El Diccionario de la Real Academia Española define “timar” como “quitar o hurtar con engaño” y cuyos sinónimos son “estafar”, “robar” o “embaucar”; y eso es lo que infámemente se observó en el programa PPT del domingo 16 de julio, cuando se reporteó a un niño de las barriadas pobres de nuestra argentina. Porque no solo se vulneraron todos los derechos personalísimos del niño (a pesar del hipócrita pixelado, conocimos su apodo, su barrio, su voz), sino que fue timado, engañado en su condición de niño, por un mundo adulto cruel que interesado solamente en hacer prevalecer su mirada hegemónica, no dudó en estigmatizarlo, demonizarlo y pretender transformarlo en un ser despreciable a sus 11 años.