Ambos son Responsables de la Administración de sus respectivas Jurisdicciones.
Pedro “el Gurí” Gómez, de una pequeña localidad rural en el monte Misionero. El Municipio de Los Helechos, en el Departamento de Oberá, Provincia de Misiones; con un presupuesto acotado. Mauricio, de una de las capitales del mundo; con un presupuesto multimillonario.
Mauricio, iniciando su segundo mandato, viene haciéndose el remolón en facilitarle el acceso a la educación pública a muchos de los niños, niñas de su Capital. Unificando o cerrando cursos; demorando la construcción de las cantidades de nuevas escuelas acordes al volumen de su millonaria población y presupuesto; retaceando micros para que algunos de esos niños puedan llegar a sus escuelas, generando la indignación de muchos de sus vecinos…, pero por el tránsito.
Pedro, recientemente asumido, está por inaugurar la nueva y única escuela de Nivel Medio que ahora estará en el casco urbano. Los Helechos alberga unos 3000 sueños. Pedro acaba de dotar a su comunidad de un Micro (comprado usado) con recursos propios del Municipio, que realiza cuatro veces al día su recorrido de casi 20km; y que hoy ya le facilita a más de 120 chicas y chicos a llegar a sus colegios y de forma gratuita. En Los Helechos no necesitan la SUBE. Así les ahorra a muchos de sus “gurises” que tengan que recorrer la Ruta 5 hasta 15km, a pié, en bicicletas o a caballo. Micro que no solo fue adquirido por el Municipio con plata solo de sus contribuyentes, que no les cobra el boleto a sus únicos usuarios estudiantes (ni boleto estudiantil), sino que además lo mantiene, afronta el gasto de combustible y de un salario digno para su chofer. Y todo eso sin tener subsidios.
Ejemplos como estos ponen a las claras que cuando en el debate mediático-político de la urbe se habla del “hacerse cargo”, claramente queda de manifiesto quiénes tienen la voluntad política para ello. La abundancia de recursos no es garantía de que los Mauricios asuman las responsabilidades que les caben.
En cambio son los Pedros, y por qué no decirlo, las Cristinas; los que nos demuestran que la función pública, la responsabilidad pública de gestionar es como aquello del arte: 95% trabajo, 5% inspiración.
Y es precisamente “la política”, el “arte de la política” (como nos enseñaron los clásicos, diría un tal Mariano) la que asume ese alto porcentaje de trabajo para que la calidad de vida de los ciudadanos sea mejorada por una gestión de gobierno.
Está claro con ejemplos como el de Pedro “el Gurí”, que no hacen falta millonarias partidas. Muchas veces, las más de las veces, es la voluntad política de hacerse cargo lo que rompe con viejas ataduras y abre la puerta a los desafíos que surgirán al querer ver a sus pueblos felices.