jueves, 10 de abril de 2014

Encuentro de diálogo y reflexión, en la Defensoría del Público, sobre hechos de violencia.


El miércoles 09/04 participamos, como Miembro del CONACAI por el Foro Parlamentario por la Infancia, de una jornada de trabajo interdisciplinario convocado por la Defensoría del Público, para generar documentos que sirvan a periodistas para las buenas prácticas en el tratamiento en los medios audiovisuales de los casos de homicidios y golpizas callejeras

A partir de un conjunto de denuncias recientemente recibidas en relación con las coberturas mediáticas sobre los casos de homicidio y golpizas callejeras en diferentes lugares del país, la Defensoría del Público organizó un encuentro de diálogo, reflexión y debate con trabajadores de televisión y radio en general, investigadores, docentes y académicos, asociaciones de derechos humanos y organismos de la sociedad civil.



En el encuentro que se llevó a cabo en el auditorio de la Defensoría, la titular del organismo, Licenciada Cynthia Ottaviano, aseguró: “Generamos este espacio para escuchar sus puntos de vista, sus reflexiones, en torno de lo que ha sido la cobertura periodística para algunos de linchamientos, para otros de ajusticiamientos, y ver si de alguna manera podemos encontrar algunas respuestas a la contribución social que se puede hacer o no desde los medios de comunicación”.

Por otra parte, Ottaviano planteó una serie de interrogantes para comenzar el debate. “Cómo debería ser un tratamiento responsable de noticias como estas; se puede generar o no un efecto dominó a partir de este tipo de noticias; cuáles son las consecuencias de un abordaje periodístico determinado o de la manipulación informativa en noticias de estas características”, interpeló la Defensora.

Por su parte, los especialistas y periodistas expusieron sus sugerencias, experiencias laborales y preocupaciones que serán sistematizadas y analizadas por el equipo de la Dirección de Análisis, Investigación y Monitoreo de la Defensoría, a cargo de Gerardo Halpern, para la elaboración de documentos que contribuyan al tratamiento responsable de la temática en los medios audiovisuales. Esos materiales serán puestos en circulación entre los presentes en la mesa de trabajo, de modo de producir herramientas plurales, democráticas y consensuadas que contribuyan a mejores coberturas acerca de las diferentes problemáticas sociales y, sobre todo, las vinculadas a la violencia social.

En la mesa de trabajo participaron representantes de entidades como el Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la Infancia (CONACAI); la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires; el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires; la Asociación Argentina deTeledifusoras Pyme y Comunitaria (AATECO); la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA); el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS); la Universidad Nacional de Quilmes (UNQUI); la Confederación de los Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA); la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS); y trabajadores de medios audiovisuales y escritos.

Como conclusiones de la mesa de trabajo se mencionó, entre otras:
  • Procurar el cuidado del lenguaje audiovisual puesto que la forma de representar los denominados “linchamientos” en los medios de comunicación podría generar o promover imitación.
  • Elaborar un código de ética o manual de estilo sobre la temática.
  • Promover que la medición de audiencia “minuto a minuto” se evite en los noticieros, como ocurre en Chile y Brasil.
  • Evitar le espectacularización del tratamiento informativo.
  • Asumir un mayor compromiso en la rigurosidad de la información que se difunde respecto de hechos de violencia.
  • Advertir y concientizar acerca de las formas de deshumanización de quien es construido como un “otro” en las coberturas noticiosas.
  • Problematizar el término “inseguridad”, y mostrar cómo su uso actual incluye algunos delitos a la vez que excluye otros.
  • Alentar la generación de nuevos noticieros con imágenes y discursos noticiosos alternativos.
  • Formar una alfabetización audiovisual en el espectador, es decir promover la educación crítica de las audiencias.
  • Recordar que los llamados linchamientos no son casos aislados, sino que forman parte de una cadena histórica que asocia la inseguridad al delito, el delito a la pobreza, y por ende, una intervención violenta sobre esa realidad. En ese orden, reclamar una contextualización histórica y social de los hechos que son presentados como novedosos.
  • Alentar espacios de participación de las audiencias, de modo que puedan tomar parte de y en la construcción de las agendas de los medios de comunicación.
  • Visibilizar que la demagogia punitiva posee sus reiterados fracasos.
  • Organizar un encuentro nacional que problematice el tratamiento periodístico de estos temas y promueva la reflexión crítica sobre ellos.
  • Contextualizar con estadísticas del país y del mundo de modo de poseer mejores herramientas de lectura e interpretación de la violencia social y poder distinguir los diferentes tipos de ilícitos.
  • Difundir los criterios ya existentes por parte del CONACAI.
  • Promover que el Poder Judicial sea más claro al respecto y comunique de manera más igualitaria, es decir, más vinculada con las competencias sociales antes que con una jerga inaccesible para el resto de la sociedad.
  • Promover la generación de espacios para la especialización de periodistas en la temática.
  • Sumar a la palabra o fuente restringida otras fuentes de información que la policial. Es decir, ampliar las voces.
  • Promover investigaciones que procuren determinar o establecer el impacto (o los diferentes impactos) de los medios sobre los espectadores.

Por último, el encuentro finalizó con el compromiso de la Defensoría de poner en circulación una segunda versión del documento de apertura sumando los aportes que fueron sugiriendo a lo largo de la jornada de modo que los participantes incorporen sus reflexiones con el objetivo de lograr un texto amplio, abierto y sujeto al debate permanente y al reconocimiento de la pluralidad de saberes y opiniones acerca de la violencia social.